En los tiempos que nos tocan, el séptimo arte se ha visto rentabilizado por la literatura gracias a las adaptaciones. Más a menudo la literatura épica y fantástica es llevada a la gran pantalla (no muy fielmente), pero cada vez más todo tipo de géneros literarios.
Muchos se reparten el pastel nacido en una obra escrita, ficticia o real, creada por un escritor que poco se llevará para sí, aunque alguno sí que se ha llevado una buena tajada no importándole la fidelidad de la película con la obra. También la industria de los videojuegos se lleva fructíferos beneficios de las películas originadas a partir de una determinada obra escrita.
El filón más gustoso para todo tipo de empresas (Literatura, Cine, Videojuegos, Merchandising y demás), sin dudar diría que fue y es: El Señor de los Anillos. Y no es para menos, pues gracias al admirable, épico y fiel trabajo realizado por Peter Jackson con la famosa obra del autor J.R.R. Tolkien, se ha dejado una remarcable huella en todo tipo de personas.
¿Quien ha dicho que todas las adaptaciones sean malas?
Pero la verdad es que si hablamos de las adineradas reparticiones de un libro con fama, la peor nota se la llevan los mismos que la lanzan al mercado: las editoriales. No conozco ninguna en particular, pero por lo que se escucha acá y allá, no está la cosa como para soñar con vivir de la escritura.
Algunos escritores, por distintas razones, no aceptan la propuesta de ver su obra proyectándose en los cines. Otros solo anhelan eso mismo. Mis sueños y yo, no nos decidimos por una opción, pues sueño con mi obra materializada, a la vez que sufro por una posible mala adaptación si la oferta llegara. ¿Y qué se conocería más, el libro o la película? ¿Se darían fama mutuamente? Pienso que como ocurre habitualmente, la gente preferiría ver la película (creyendo que es un resumen del libro) antes que leer y leer paginas. Y quien decidiera leer el libro tras ver el film, se llevaría una desilusión al ver que el libro y la película, poco tienen en común.
¿Qué pensáis vosotros?