18 junio, 2008

09 - ¿Por y para qué?

Esto es mi replanteamiento sobre lo que hago como escritor. Me ayudó el plantearme esas preguntas, y tal vez alguno de vosotros necesite planteárselas (espero que no). También se que muchos me tildareis de no ser un verdadero escritor por hacer estas preguntas, pero ¿es mejor obviar pensamientos, o peor conocerse mejor?

¿Por qué escribimos? ¿Qué esperamos conseguir con ello?

Éstas son dos preguntas a las que me respondí al comienzo de mi vida como escritor novel.

-¿Por qué escribo?
-Porque me gusta.
-¿Qué espero conseguir con ello?
-Ganarme la vida haciendo lo que me gusta.

Al meditar las preguntas cuando casi un año va a cumplirse para mí como escritor novel, creo que mis respuestas han cambiado sin advertir dicho cambio.
Hace un tiempo, lamentablemente respondería así:

-¿Por qué escribo?
-Para recibir reconocimiento y beneficio.
-¿Qué espero conseguir con ello?
-Ser un gran escritor, conocido por mis best Sellers. Reavivador de la lectura, y el género literario.

Creo que por suerte he abierto los ojos para mis adentros. Y he descubierto el fallo, y también como remendarlo. Responded a esas dos preguntas vosotros mismos con sinceridad. Todos, al principio, escribimos porque nos gusta, pero al querer ganarnos la vida con ello, dejamos de alguna manera de escribir por gusto, para empezar a escribir por necesidad.

¿Queremos escribir porque nos da beneficios, o porque lo necesitamos para ser felices?
¿Escribimos para que nos lean, o para ganarnos la vida escribiendo?

Aunque en esta última pregunta, ambas maneras de escribir parezcan similares, no son iguales.

Puedes escribir para que lean tus libros y por consiguiente ganar dinero. Pero lo ganas indirectamente, porque lo que querías era que leyeran tus libros; disfrutas con que lean tus libros.
Y puedes escribir para ganar dinero, es decir, escribes un buen libro para que se venda mucho y no pensando en quienes lo lean. Aunque está claro que si se venden muchos, se leen muchos. Pero la idea con la que lo escribes no es la misma.

Es un pensamiento complicado y enrevesado, lo reconozco.

Al replantearme esas preguntas, ahora diría que escribo realmente porque quiero y amo la escritura, y no porque necesito ganarme la vida con ello. Y que lo que espero con mi escritura es que quienes lean mis obras se integren en ella y se pierdan entre sus páginas por simple placer y gozo. Y a quienes no les guste, que lo dejen ahí para otros.

Lo que debemos hacer los escritores, y demás profesionales y personas, es desarrollar nuestro potencial para beneficio de todos. Conseguimos ser mejores en nuestra área, y además ayudamos al resto.

Me gustaría saber que habéis descubierto vosotros al plantearos dichas preguntas.

¿Por qué escribimos? ¿Qué esperamos conseguir con ello?

25 mayo, 2008

Relato de un Novel

· Rastro de un Adiós

Desde el horizonte llegó la hermosura traída por el amanecer veraniego. Todo lo que los rayos del sol tocaron se tornó cálido y acogedor. Los vientos llevaron las olas a la costa, y la brisa marina recorrió las calles acariciando a lo vivo y lo inerte. Desde la costa, las aguas se extendían hacia la lejanía, y los vientos formaban en ella, pliegues que rompían en la orilla, extendiendo velos blancos a lo largo de la línea de costa, moldeando así las playas. A las partículas de arena que yacían en la playa se les unieron nuevas que descansaron en la orilla tras un largo y agitado viaje. Las arenas avanzaron en la brisa queriendo abarcar las tierras que por el sol eran caldeadas.
Partículas en suspensión se precipitaron sobre un vestido ondulante. La brisa las aupó un poco y las llevó hacia unas manos rugosas que sujetaban un papel en el que era posible leer:
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"El sol de la costa andaluza me acogió tras nacer. En las aguas de la orilla jugué a los pocos años y durante otros más. Mi corazón se unió a otro aquí, durante mi hermosa juventud, y se separó de él muchos años después. Caminé por la cálida arena y la húmeda orilla en mi vejez, y ahora recorreré la senda de pliegues anaranjados, dejando atrás mi cuerpo y mi vida, pues siempre pertenecerán al verano andaluz."
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Los dedos que sujetaban el papel se relajaron, y las manos lo dejaron libre, para luego deslizarse sobre el vestido y quedar cada una a un lado, en contacto con la arena. Las partículas que abundaban cada vez más sobre la tela, fueron elevadas de nuevo por la brisa para esta vez quedar internadas entre finas hebras plateadas que ondeaban con suavidad, sobre un rostro recorrido por surcos venidos con el pasar de los años. Unos brillantes ojos entreabiertos observaron el amanecer, cuando los labios se movieron sin emitir sonido o palabra alguna. En silencio, sus labios dijeron: «no te he dejado».
El cuerpo inerte pareció dormirse; aún cálido por la arena y el sol. Su vestido y su cabello fueron movidos por el viento, y la arena que en él viajaba, acarició a modo de despedida el rostro de la anciana. Los pies fueron humedecidos por el velo blanco que venía a recogerla para llevarla a través de la senda de pliegues anaranjados que el sol, el viento y el agua ofrecían como adiós.
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Por J. A. Velázquez Postigo ©

22 mayo, 2008

08 - ¿Concurso = desmoralización?

¿Es la vida de un escritor novel, una serie de concursos literarios?
Supongo que recibiría una respuesta negativa.

¿Por qué me pregunto esto? Porque tras presentarme a más de un concurso y perder, me he quedado un poco abatido y desanimado.
Lo cierto es que a los concursos que me he presentado, lo he hecho siempre casi en fecha límite y con el relato recién salido del horno que es mi cabeza. Esto último es algo que no me ha servido para bien, porque tras leer más detenidamente he encontrado fallos y palabras sobrantes.

Muchos escritores empiezan su carrera presentándose a concursos literarios en los que no habitualmente son finalistas o reciben una mención especial. Pero entonces llega el día en el que se gana un premio: lo importante es que al fin tu trabajo recibe reconocimiento, además de una pequeña inyección económica (esto es lo que más suele agradar a los familiares).

Creo que todo empieza poco a poco, aunque desde los primeros instantes siempre desearemos que la obra más importante que tenemos entre manos sea la que este en librerías, o mejor aún, que no estén en ellas porque se ha agotado la edición.

Se escriben cientos de frases, palabras y notas que al pasar el tiempo van tomando un cuerpo y forma más extensa. Pero no hay que olvidar que los relatos, a pesar de poder tener pocas líneas, pueden contar mucho más. Parece más complicado escribir un gran libro, pero ¿no es más complejo y fructífero para el alma, escribir y agrupar en corto espacio una historia
?

04 mayo, 2008

¡Felicidades, Madres Todas!


Feliz día de la Madre
Últimamente no hago más que felicitar, pero en esta ocasión es más que necesario, pues ¿qué sería de nosotros sin nuestras progenitoras? Más que un mero recipiente de vida, son nuestras madres: adorables, protectoras y muy cariñosas.
Si bien, no todos tienen la gran fortuna y suerte de tener a una madre amable y afectuosa, muchos otros ni siquiera la conocen, o tal vez, lamentablemente, nunca podrán conocerla. Siempre suelo mirar a ambos extremos, aunque resulte doloroso con solo pensarlo.
No os dejéis llevar por el impulso de regalar cosas a las madres por el simple hecho de ser el día (¿por qué este día y no otro?), pues el verdadero regalo que desean las madres es tener siempre ante sus ojos a un hijo o hija que la quiere.

Feliz día Mamá. Aunque para mí lo son todos cuando estas ahí.