Estoy seguro de que muchos estáis esperando algo. Y tal vez muchos veáis esa espera como una tortura; para mí lo era hasta hace un tiempo.
La espera, como yo la veo ahora, no es sino tiempo ganado para dedicarlo a otros asuntos. Sólo hace falta estar preparado para sacarle partido a la espera. ¿Cómo?, pues yo, por ejemplo, estando en una cola, como miles se dan en el día, y llevando bolígrafo y papel, ya tengo resuelto el tema, incluso me falta tiempo para anotar ideas. Muchos otros siempre llevan un libro de bolsillo consigo, pero para mi es incomodo leer de pie o sentado en el autobús (porque suelo hacer trayectos bastante cortos). Yo soy más de leer cómoda y silenciosamente en el sillón de mi casa.
Para las esperas mucho más prolongadas, como por ejemplo los concursos literarios, la solución es entender que no es una espera. Sigue como de ordinario hasta que llegue el día de la resolución del concurso. Ese día estate atento ante posibles buenas noticias, y si no las recibes, pues a seguir escribiendo y soñando.
En fin, que las esperas serán eternas o breves según el modo de ver la situación, así que no dejes que el tiempo te robe vida, roba tú al tiempo.